El equipamiento del caballo es una parte esencial en la práctica de este deporte. El caballo es nuestro compañero pero también nuestra herramienta de trabajo, es por ello que su cuidado y su protección es la parte más importante de la equitación. Es tan importante un buen equipamiento del jinete como del ejemplar, ya que en muchas ocasiones esto puede evitar lesiones o una mayor carga de trabajo de la debida. Encontramos numerosos productos para el caballo: sudaderos, monturas, mantas de cuadra, cabezadas, embocaduras, vendas, protectores... Como no podemos tratar todos, nos centraremos en analizar tres de los más importantes.

Fuente: Central Hípica
Fuente: Central Hípica

Montura

Encontramos distintos tipos de monturas según la modalidad que vayamos a practicar. En el caso de la doma clásica, vemos que es un deporte en el que el jinete va todo el tiempo sentado, por lo que morfológicamente las monturas deben ser cómodas y facilitar el asiento a quien va encima. las monturas de competición de doma deben de ser obligatoriamente de color negro, aunque para entrenar podemos encontrar sillas de todo tipo de colores y aspectos.

Las monturas de dressage suelen tener un asiento muy marcado en forma de "U", que "engancha" al jinete en la silla. En cuanto al faldón  

de la silla, habitualmente posee un taco que facilita la colocación de la pierna y que, así, no se vaya ni excesivamente hacia delante ni hacia atrás. En cuanto a los borrenes, parte delantera y trasera de la montura, suelen ser bastante altas, enfatizando la forma de "U" de la que hablábamos anteriormente.

 

Aunque no compitamos a primer nivel o lo hagamos como hobbie, la silla que elijamos debe adaptarse perfectamente a nuestro caballo. No vale cualquier silla para cualquier ejemplar, no llevan las mismas monturas los caballos anchos que los de dorso más fino, los que tienen problemas de doso de los que no lo tienen, etc. Hay numerosas sillas estándar de marcas conocidas como Zaldi o HKM que poseen características distintas que se adaptan a distintos ejemplares en función de sus necesidades. En cuanto a las monturas usadas en la competición de primer nivel, las monturas suelen hacerse a medida del caballo. 

Vendas y protectores

Tanto vendas como protectores son productos claves para el caballo. Esto se debe a que evitan numerosas lesiones de los caballos durante los entrenamientos, afectando positivamente, por tanto, a su salud. Ambos elementos se colocan en las extremidades de los caballos, 

Vendas de calentamiento. (Fuente: Fouganza)
Vendas de calentamiento. (Fuente: Fouganza)

tanto las delanteras como traseras, y actúan como  una especie de muñequeras en las personas. Tanto vendas como protectores son usados únicamente en los entrenamientos y en los calentamientos, y deben ser retirados antes de salir a la pista de competición. El llevar puesto alguno de los dos elementos es motivo de amonestación según el reglamento.

 

La vendas son largas piezas de tela u otros materiales que se enrollan en las manos y pies del caballo alrededor de la cala. La caña equivaldría a la espinilla de un ser humano, situada entre la rodilla y el hueso situado encima del casco del caballo. En doma es muy habitual entrenar con las vendas puestas, más que con protectores. Podemos encontrar este producto en todos los colores que imaginemos, habitualmente a juego con el sudadero.

 

Los protectores ejercen la misma función que las vendas, aunque son menos comunes en doma clásica. Son muy usadas en las salidas al campo y en deportes como salto, aunque en dressage muchas veces se ven también. Su diferencia principal con las vendas es su facilidad de uso, siendo mucho más fáciles de colocar que las vendas. Poseen la forma de las extremidades del callo y son rígidos, por lo que su implantación es más sencilla. Además, tienen un velcro que permiten una perfecta sujección. Al igual que las vendas, protegen de lesiones a los equinos, aunque es más común su uso en otras disciplinas ajenas al dressage.

Cabezada

Existen dos tipos de cabezada: las de cuadra y las de monta. Las cabezadas de cuadra son aquellas que no poseen embocadura. Se utilizan para sacar al caballo de la cuadra o para trayectos cortos en los que llevamos pie a tierra al animal. Pero en este apartado vamos a 

Cabezada de doma con embocadura de filete y bocado
Cabezada de doma con embocadura de filete y bocado

centrarnos esencialmente en la cabezada de montar, ya que es la utilizada en la disciplina que estamos analizando en esta página web.

 

Las cabezadas de montar están hechas de cuero, se sitúan en la cara del ejemplar y portan la embocadura que irá dentro de la boca del caballo. En doma clásica, las embocaduras reglamentarias son el filete (la embocadura más suave y que menos presión ejerce sobre el caballo) y filete y bocado. El filete se usa para las categorías más pequeñas: asiento y posición, alevines e infantiles, y también en las competiciones de potros. En cuanto al filete y bocado, es la embocadura de los niveles más grandes, desde Juveniles hasta Gran Premio y las pruebas libres. Esta última embocadura exige al jinete manejar cuatro riendas, es decir, dos en casa mano, llevando siempre más contacto en el filete que en el bocado, mientras que el filete se lleva con dos riendas únicamente.

 

En cuanto a las partes de la cabezada encontramos la frontalera, que es una especie de cinta de cuero que se sitúa, como su propio nombre indica, en la frente del caballo y que, habitualmente, suele ir decorada con distintos detalles o adornos. Otra parte vital es la muserola, que se sitúa sobre la nariz del caballo. A veces, siempre y cuando la embocadura sea el filete, también encontraremos el cierra-bocas, que va enganchado a la muserola y que provoca que el caballo no abra la boca durante los ejercicios y que así el jinete no pierda control sobre él. por último, encontramos el ahogadero, situado alrededor de la parte de la cabeza más cercana al cuello.